lunes, 2 de febrero de 2015

UNA EMBLEMÁTICA MUESTRA DEL FOTOPERIODISMO DE AGUSTI CENTELLES, VISITA ASTORGA DURANTE EL MES DE FEBRERO

Al valor histórico de las imágenes mostradas se une el hecho de estar considerado como uno de los principales representantes del fotoperiodismo moderno que dotó de mayor fuerza expresiva y calidad los reportajes que hasta entonces se venían practicando.

Este próximo 3 de febrero tendrá lugar, en Astorga, la inauguración de la exposición de fotoperiodismo “El campo de Bram”, del fotógrafo Agustí Centelles. Dicha inauguración contará con la presencia de Rafael Simancas, uno de los patronos de la Fundación Pablo Iglesias, que promueve la exposición, quien estará acompañado por la alcaldesa de la ciudad, Victorina Alonso. Tras la misma, y como reflexión sobre la importancia del fotoperiodismo en el mundo de la comunicación, varios periodistas de distintos medios, intervendrán con la lectura de algunos textos.

Esta muestra se abre en el marco del programa cultural que, por tercer año consecutivo, se prepara desde la Concejalía de Cultura en torno al Premio de Periodismo Maite Almanza, y constituye la primera de las propuestas pensadas para remarcar, entre la población de todas las edades, la importancia del periodismo, en este caso del fotoperiodismo.

Según palabras de la concejala, Mercedes G. Rojo, “el fotoperiodismo es otra forma de contar la realidad, de transmitir lo que está ocurriendo en el mundo y de contárselo a aquellas personas que están dispuestas a ver, a través de los ojos de quienes – en muchas ocasiones – han expuesto incluso su vida para plasmar una realidad desde la cercanía. Y esos instantes robados al presente, son, en muchas ocasiones, mucho más reveladores que las propias crónicas”. Por ello desde el programa cultural que se organiza en torno a este Premio de Periodismo, se ha procurado que esta forma de contar la realidad esté presente en el mismo. La edil de cultura astorgana afirma que esta exposición llega en un momento muy importante para la memoria histórica de nuestra sociedad, el momento en el que se conmemoran el 80 aniversario de la liberación de Mauthausen y de otros campos de concentración nazis, donde estuvo internado un elevado número de españoles y españolas que salieron de España a causa del derrocamiento de la República, y que se unieron a la lucha por las libertades y contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, por toda Europa. Una realidad de la que, a día de hoy, aún se ha oído hablar muy poco en España y que permanece oculta en los temarios de Historia de nuestro país.

Agustí Centelles está considerado como uno de los pioneros del fotoperiodismo moderno en Europa. Valenciano de nacimiento, desarrolló la casi totalidad de su carrera profesional en Barcelona, tanto antes como después de la guerra y de su exilio. Frecuentemente comparado con Robert Capa, otro de los grandes nombres de esta disciplina, algunas de las fotografía de Agustí Centelles están entre las más representativas y famosas de la Guerra Civil, tanto las de la retaguardia en Barcelona, como las de los bombardeos de Lérida, las del frente de Aragón o las de la estancia en los campos de concentración del sureste de Francia de los numerosos exiliados españoles.

Precisamente bajo el título “El campo de Bram”, campo en el que también el fotógrafo estuvo recluido varios meses, se presenta esta muestre que acoge una amplia selección de las 600 fotografías que consiguió realizar durante su estancia en el mismo. Las imágenes tomadas por Agustí Centelles en esa etapa, describen la vida en los diferentes “quartiers”. Además, son comentadas en el “Diario” del internamiento en el campo de concentración de Bram que llevó durante ese tiempo. Así, el fotógrafo no sólo captó imágenes, también las documentó.

Tras haberle sido concedido por el Ministerio de cultura, a finales de 1984, el Premio Nacional de Artes Plásticas ( la distinción más importante del gobierno español en artes visuales), hoy todo su legado fotográfico, de incalculable valor histórico, permanece custodiado en el Fondo Histórico Agustí Centelles i Ossó, dentro del Centro Documental de la Memoria Histórica, dependiente del Ministerio de Cultura de España.

“El campo de Bran”, podrá visitarse en Astorga desde el momento de su inauguración, el martes 3 de febrero a las 19’30 horas, hasta el día 1 de marzo, en la sala interior de exposiciones de la Biblioteca Municipal de la ciudad. El horario será de 19’00 a 21’00 horas de lunes a sábado y de 12’00 a 14’00 horas. La exposición también podrá ser visitada en otros horarios, por grupos organizados, previa petición de cita en la Biblioteca Municipal.

BRAM. CAMPO DE CONCENTRACIÓN.

El Campo de Concentración de Bram, en el que se centra la exposición fotográfica que será mostrada durante este mes en Astorga, se situaba cerca de la ciudad francesa de Carcassonne (Carcasona). Llegó a albergar hasta 17.000 exiliados españoles, y el propio Centelles estuvo internado en él desde marzo a septiembre de 1939, realizando unas 600 fotografías sobre la vida de los refugiados de Bram.

El Campo de Bram estaba dispuesto en dos avenidas principales, transversales, que cruzaban el centro del mismo. La arteria principal tenía 20 metros de ancho y 425 metros de largo; la transversal, 15 metros de ancho y 300 metros de largo. En su cruce, forman la plaza principal, que recibió el nombre de Mirador. En el lado norte, se encontraba la entrada al campo, flanqueada por la Administración y la zona sanitaria y Enfermería.

La arteria principal estaba cruzada por cuatro calles transversales, de 10 metros de ancho, excepto la segunda transversal que era de 15 metros. A cada lado de la arteria principal se situaron simétricamente los 165 barracones, agrupados en manzanas o departamentos (quartier); cada quartier se distinguía por una letra, de la “A” hasta la “J”. En cada barracón se alojaban hasta 100 refugiados.

En principio, cada quartier disponía de una zona de lavadero, dos zonas de letrinas y otra de cocina. Aunque se planificó que la zona de letrinas y cocina estuvieran en lados diametralmente opuestos, algunos quartiers tenían dos zonas de letrinas cercanas. La zona de lavadero y la zona de cocina estaban separadas por un barracón, y se situaron al lado de la arteria principal, debido a que el abastecimiento de agua discurría por esta avenida, suministrando agua a los lavaderos, a izquierda y derecha; llegando, finalmente, hasta la zona de Enfermería, en la entrada. El agua se suministraba durante un tiempo reducido, limitando el aseo personal.


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