Un libro que es el inicio de un proyecto que pretende conseguir que la huella de la revista y el testimonio de quienes se vieron influidos por ella, permanezca.

El próximo sábado, día 8, a las 19’00 horas, en el marco de la Casa Panero, Astorga acogerá en primicia el libro “Claraboya y sus amigos”, la primera de las dos actuaciones previstas, a partir del homenaje que en octubre se le hiciera a una revista literaria y a quienes la pusieron en marcha hace 50 años, y que fue referencia en los años 60 en la que participaron importantes nombres de las letras y de la ilustración española y a través de la que se pusieron de manifiesto las distintas y más novedosas poéticas tanto de dentro como de fuera de España.

En el acto estarán presentes el escritor Ángel Fierro, uno de los padres de la revista y coordinador de la actual publicación, Héctor Escobar, como responsable de Eolas Ediciones que ha asumido la valentía de llevar a cabo el proyecto, la concejala de Cultura del Ayto. de Astorga, Mercedes G. Rojo, y la propia alcaldesa, Victorina Alonso, como firmes impulsoras de un proyecto que tiene importantes implicaciones en el mundo literario de la ciudad.

Así, el Ayuntamiento de Astorga ha apoyado el proyecto desde el mismo momento en el que le fue presentado, no solo en lo referido al libro, también en la exposición que se prepara y que comenzará también su recorrido en la emblemática ciudad en la que la literatura ha estado y está siempre tan presente.

Esta cita será el momento más oportuno para conocer de primera mano un magnífico libro, que surge como proyecto de homenaje a una revista literaria que el pasado 2013 cumpliría el cincuentenario de su aparición, allá por el año 1963, y cuya aventura, de la mano de autores tan conocidos como José Antonio Llamas, Luis Mateo Díez, Ángel Fierro y Agustín Delgado como poetas y José Antonio – Antón – Díez, Higinio del Valle y Javier Carvajal como artistas plásticos, duró cinco años, años en los que se convirtió en mucho más que en una revista meramente literaria. Por ella desfilaron representantes de la poesía más importante del momento, no solo la española, también la hispanoamericana, dando cabida especialmente a la entonces generación más joven y como vehículo que apoyaba las nuevas concepciones sobre la lírica, con especial incidencia en los nuevos referentes creadores y renovadores que iban más allá de la dicotomía entre poesía social y poesía intimista del momento.

El cierre de la misma vino en cierta medida provocado por una especie de censura sobre los contenidos publicados, desde el entonces ministro Manuel Fraga hacia el presidente de la Diputación en cuyos talleres se editaba la revista.

Sin embargo, esos cinco años sirvieron para crear lazos de amistad y colaboración entre muchos de los autores que participaron en la misma y dejando un claro elemento de referencia en muchos de los escritores que vinieron luego.

Hoy, son 53 autores y más de una docena de artistas plásticos y fotógrafos, los que dejan su impronta para transmitirnos la importancia que la revista Claraboya tuvo en su momento y la huella que fue dejando en ellos a medida que se fueron encontrando con ella a lo largo de sus vidas.