Vega de Espinareda, es un municipio de la Comarca del Bierzo, en el que crecen robles, castaños, acebos, hayas, tojos y abedules, debido a la gran abundancia de agua. Su fauna también es muy diversa, podemos encontrar jabalíes, perdices, corzos, lobos, azores, liebres, conejos, nutrias, rebecos, águilas reales e incluso urogallos, cuya caza está prohibida por haber estado a punto de extinguirse.

La parte del municipio por la que discurre el río Burbia, está enmarcada en la Reserva Nacional de los Ancares. El Burbia es un afluente del río Sil, respetado por el ser mejor río truchero de la Comarca. También discurren por este municipio los ríos Ancares y el Cúa.

Los asentamientos castreños de Sésamo y Valle de Finolledo indican que el municipio ha estado poblado desde la prehistoria.

Asimismo podemos encontrar la huella de los romanos en sus explotaciones auríferas.

MONASTERIO DE SAN ANDRÉS

No se conoce con exactitud la fecha de su fundación, pero parece estar relacionada con San Genadio, monje, obispo y consejero del rey Alfonso III, a finales del siglo IX y comienzos del X, del que no quedan restos.

En el siglo XVI, se convirtió en Facultad de Filosofía de la Congregación Benedictina y su Colegio de Artes y Letras destacó por sus enseñanzas. Por sus aulas pasaron gentes ilustres como el Cardenal Lorenzana o el escritor Enrique Gil y Carrasco, entre otros.

El monasterio actual, que es la tercera reconstrucción del mismo, es de estilo neoclásico y según se puede apreciar en el epígrafe de la fachada data de 1778, año en el que se inició la reconstrucción que finalizó en 1780.

En la fachada principal podemos apreciar los escudos del monasterio, a la derecha el aspa de San Andrés y cuatro flores de lis rodeados de láurea, y a la izquierda el aspa y dos flores de lis, rematado con una corona, rodeado de seis aspas y sostenido por dos leones.

El claustro es abovedado, está formado por siete arcos dobles de medio punto por cada lado, que alcanzan el piso superior y que están separados por pilastras toscanas. Al claustro se accede por una puerta adintelada, a través de un pórtico con cúpula, y al piso superior del mismo por una espaciosa y elegante escalera.

La iglesia está formada por dos torres rematadas con una cruz de forja, en la fachada en la que encima de la puerta adintelada podemos apreciar el epígrafe de su última reconstrucción, y encima de este una hornacina con una imagen de San Andrés.

En el interior de una sola nave con cúpula ovalada y dividido en seis tramos separados por pilastras toscanas, podemos encontrar un retablo barroco del siglo XVII y un Cristo crucificado de estilo gótico.

La sacristía alberga una Virgen gótica de gran valor artístico, que representa a la Virgen sentada con el Niño en brazos, sosteniendo cada uno una fruta en la mano.

Cabe destacar, por su relevancia histórica el enterramiento de Dª. Jimena Muñiz, dama perteneciente a la nobleza berciana, en este monasterio, en el año 1128. La lápida que cubría el sepulcro, fue retirada del monasterio y depositada en el Museo Arqueológico de León, dejando así la tumba de Dª. Jimena en el más absoluto anonimato.